sábado, noviembre 11, 2006

SERES ESPECIALES





ALAS AL VIENTO ...





Un mediodía triste, oscuro y muy lluvioso te trae nuevamente a casa; así como cuando volví de Turquía.




Cada vez que tus alas se abren a la libertad, espero tu regreso.




¡Eres libre! Como todas las aves del cielo, pero me perteneces como todo lo que tuve en los días brillantes.




¿Así que juegas a burlarme entre las flores y el verde claro? Gritas desesperado para despedirme cuando cargada de responsabilidad parto al trabajo.




Los dos sabemos del reencuentro en cada lugar del que venís a buscarme, ciego y en picada para caer en mis manos temblorosas.




Nadie mejor que tú para responder a mis llamados como orgulloso de entender el mismo idioma. Pero a pesar de tu resistencia al caer la noche tu descanso interrumpo. ¡Qué suavidad disfrutan mis dedos! Es el momento justo cuando entre estrategias duerme tu atención. La quietud de las noches y el canto de los grillos arrullan tu ojo que desconfiado y vegilante se abre ante mí.




¿Qué sienten los pájaros cuando vuelan? ¿Cuando los sorprende el viento y la lluvia? ¿A dónde vas cuando te ausentas de mí? ¿En busca de qué o detrás de quién?, me pregunto.




Hoy, 29 de marzo es un día distinto, mañana también lo será para mí. Mojadas tus plumas y opaca tu capa ¡buscas guarida frente a mí!




Mis palabras son vanas para calmar tu ansiedad. La mía también. Solo tu nombre hace tu mirada brillar.




Te cobijo junto a mi pecho galopante y como nunca antes acaricio tu cuerpo esbelto y tu pico carmin.




Pasamos largo tiempo en silencio junto a la ventana recordando todas esas mariposas que de mis dedos alcanzabas a robar.




Quiero resistirme de pensar que de a poco te alejabas para volar hacia otros cielos sin mí.




¡ No me dejes aquí con tu casita vacía! entrecortada la voz y con tristeza te supliqué. Pero con millones de gotitas minúsculas dejé tu alas al viento y lentamente te fuiste de aquí.




Hoy, aún escucho tus silbidos en mi ventana, nadie imagina ¡uánto aman los pájaros! ¡Cuánto saben de nosotros sus amos!




Al pie del almendro que en las tardes visitabas, tu vuelo final perduró. Pronto los vientos llegarán para soplar tus plumas nuevas y brillantes, ¡las brisas de estaciones nuevas y eternas!




Y yo buscaré entre tantos cantos melodiosos el más bello que solo tú me hiciste conocer de tu garganta azul.




.........."cuando un AMIGO se va........... también se lleva un pedacito de mí".




¡Adiós Bubito, adiós!